Tengo yo qué decir. Y, hasta disculparme, por incidir tanto en las realidades urbanas, más o menos, que se encuentran en sitios próximos a mis estancias. Hoy, con las informaciones de la prensa y de la red, puede ser que la más importante. El mentado «JARDÍN DEL TURIA», en lo que ha evolucionado el antiguo «cauce» del río. Para mejor, evidentemente, desde la modificación de servicios ubicados en el «antiguo matadero» para servicio de carnicerías y «casquerías», tan prolíficas que fueron en el entorno, ya hace más de cuarenta años. Hoy, «la PECHINA», avenida y entorno, presenta una imagen y realidad altamente importante. Amén de la utilización moderna del «cauce», en esta zona o parte urbana. Vele ahí, un retazo de historia local
Anton van den Wyngaerde, vista de Valencia
“Detente, amador de las antigüedades…” Traducción del latín del texto que reza en una lápida del siglo XVIII en el viejo cauce del Turia“En lo camp de argent
una ciutat bella sobre aygua corrent”Verso anónimo del siglo XVII, acerca de la ciudad de Valencia.Ya no sólo por la cantidad de hitos arquitectónicos que, desde el siglo XIV al XXI, jalonan sus casi diez kilómetros, sino también porque todo es aquí un tanto equívoco, hacen de este un tema complejo. Para empezar su actual nombre es una aclaración en sí misma: “Antiguo cauce del río Turia”, por tanto, en su mención queda implícito lo que no es, junto con lo que fue: un río que inicialmente se bifurcaba en dos mangas que abrazaban un amplio terreno llano sobre el que se fundó la antigua ciudad romana Valentia. La primera manga de agua dejó de serlo de forma natural y la segunda al ser desviado el transcurso del río a finales de la década de los 60, algo que a los valencianos nos ha tocado explicar varios millones de veces siempre que viene alguien de fuera y percibe sagazmente que no pasa agua por donde debería hacerlo. Un longitudinal espacio, una inmensa cicatriz tornada en verde, a través de la que se puede iniciar y acabar el relato de la ciudad, con lo que todavía queda, y con lo que ya no está. Por si fuera poco, todos creemos conocerlo sobradamente y cuanto más rascamos, más aparece porque además está vivo, sin acabar. Se trata del elemento urbano más relevante en la actual Valencia y, junto con la torre campanario de la Seu, el más icónico.
Grabado de Cavanilles
Megustan los temas históricos y de patrimonio cultural. Gracias
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